jueves, 4 de octubre de 2012

¿IMPUESTO CONTRIBUTIVO O CONTRIBUCIÓN IMPUESTA?

El nuevo aumento de la Contribución Inmobiliaria en Canelones  vuelve a enfrentar al gobierno municipal con los contribuyentes.
Al igual que en los períodos de Tabaré Hackembruch, la población canaria vuelve a sentir que los aumentos impositivos municipales son abusivos y, lo que es peor, no se ven las devoluciones en obras. Para ser justos, en la acción de gobierno cada vez encontramos más similitudes, y ya sabemos como fue el gobierno de Hackembruch.
Entendemos la necesidad de ajustar a la realidad algunas situaciones evasivas. Notoriamente, quien vive en una casa de dos pisos con piscina, y tributa como terreno con mejoras, está en falta con sus responsabilidades tributarias, y sus impuestos deberán ajustarse al alza.
Pero los crecimientos de las ciudades generan cambios en los aforos cuando una zona suburbana pasa a considerarse urbana, o una rural a suburbana. El contribuyente, que con mucho esfuerzo logró comprar o construir su casita, o heredó la vivienda familiar donde vive, donde vivieron sus padres y hasta sus abuelos, ve como su terreno se valoriza, aunque no le sirva para nada pues no está en su mente vender su hogar. Y un buen día se despierta para ir a trabajar, y descubre que en su recibo de la Contribución alguien escribió una cifra que le es imposible pagar. Irá a la Alcaldía más próxima, discutirá, gritará, pero con suerte le dirán que presente una nota y una copia de sus ingresos, para que -algún día- la Intendencia considere su situación a través de un desbordado y a veces desintegrado tribunal.
La única variable que no se considera cuando se calculan los valores de la Contribución Inmobiliaria, es la de la capacidad de pago del contribuyente. La más importante, porque si el mismo no puede pagar,  no importa la cifra que la Intendencia de Canelones ponga en el recibo. Y cuando muchos no pueden pagar, los que sí pueden hacerlo abandonan, sabiendo que no hay nada más injusto que un impuesto que algunos paguen y otros no.
¿Cómo solucionamos este problema? Con tecnología e información.
La Dirección General Impositiva se ha convertido, en estos años de gobierno frenteamplista, en un Gran Hermano voraz. La DGI obliga a declarar cuánto ganan los integrantes del núcleo familiar, cuántos hijos tienen, si van a un club o a una institución privada, si alquilan o son propietarios, y hasta controlan lo que se gasta a través de las tarjetas de crédito. Hoy la DGI tiene una radiografía de los ingresos y gastos de una familia con un mínimo margen de error.
La Intendencia de Canelones ya cruza información con BPS cuando alguien quiere realizar una construcción. Nuestra propuesta pasa por utilizar la información de la DGI para saber la  renta generada de un núcleo familiar, para que la cuota de la Contribución no pueda superar un porcentaje razonable de la misma. 
Las ventajas son notorias.  
En primer lugar, nos acercamos a la justicia impositiva. Pagarán más los que ganan más, y menos los que ganan menos.
En segundo lugar, facilitamos el cumplimiento tributario, bajando el porcentaje de morosidad.
En tercer lugar, no afectamos los ingresos municipales, pues si bien bajan los tributos, el aumento del cumplimiento compensaría lo perdido.
No vemos una solución mejor. No recorrer estos caminos implicará volver a una gastada calesita: aumento tributario, imcumplimiento, amnistía. No es serio.
Ofrecemos una alternativa con sensibilidad social y responsabilidad tributaria. Nos parece mucho más acertada que la propuesta que le escuchamos en la prensa a un diputado frenteamplista, cuando declaró que el que no podía pagar el aumento de la Contribución debería mudarse.
Queda por delante discutir cómo gasta el gobierno municipal el dinero que recauda.
 Pero creo que no es necesario perder el tiempo en tratar de entender lo inentendible.


jueves, 23 de agosto de 2012

EDUCACIÓN, EDUCACIÓN, EDUCACIÓN (I)

Entre tanto desacierto que el gobierno nos ha entregado en los últimos tiempos (Mercosur, marihuana, PLUNA, atenuantes para los vendedores de pasta base, conflicto con Argentina, desconocimiento de la norma jurídica, etc.), cuesta enfocarse en un tema de fondo -de hecho, todos lo son-, pero por lo que representa en términos de futuro, ya que sus consecuencias nos afectan en los próximos veinte años, no podemos dejar pasar por alto lo que los dos últimos gobiernos han hecho -y deshecho- en el tema educación.
Respecto al tema, existen en el mundo diversos proyectos, planteos y políticas diferentes. Algunos son muy buenos, otros no tanto, y otros dejan mucho que desear, y estas variables también dependen de los objetivos. Lo único que no se puede hacer es desarticular un proyecto educativo, aunque fuera arcaico e ineficiente, sin tener alternativas. Y eso es lo que el gobierno transmite, que no tiene proyecto educativo alternativo, y se niega a intentar ejecutar ideas que no surjan de su propia fuerza.
Nuestro país sufre de estatismo, en las dos acepciones del término. Estatistas porque nos cerramos a cualquier alternativa que no venga de lo público, sin terminar de entender que existe un amplio abanico de formas de gestión pública y privada que no pasan ni por el socialismo perimido ni por el capitalismo salvaje, y eso también se detecta en la educación. Y estatistas por estáticos, ya que no nos damos cuenta que las políticas de educación deben ser dinámicas, ya que dinámica es la sociedad sobre la cual se aplican. Las muy buenas políticas educativas del siglo pasado hoy no tienen sentido, porque la sociedad cambió, las tecnologías cambiaron, y la naturaleza del conocimiento cambió.
Cuando nos incorporamos a la docencia, teníamos claro que no queríamos ser el profesor de la película "The Wall", e idealizábamos a John Keating, el profesor que construía Robin Williams en "La Sociedad de los Poetas Muertos". Hoy, hasta John Keating estaría perimido.
Cambió la constitución y los roles de la familia. No vamos a analizar ahora las diferentes constituciones, no es el tema. Pero todas incluyen lo mismo: padre(s) o madre(s) con muchas horas de trabajo y pocas horas con sus hijos, lo que trae aparejado que los alumnos que hoy ingresan a un centro educativo no tienen la misma estructura de valores que los de antaño. 
Muchas veces se le carga las tintas a los docentes, en algunos casos con razón, pero la primera causa del fracaso educativo tiene que ver con las condiciones de deterioro social, económico,   educacional y familiar que afectan al alumno. Utilizamos el término "educacional", que tal vez no sea correcto, para denominar a la educación intra hogares en valores.
Hemos dicho y escrito muchas veces que el modelo del liceo como herramienta de contención social es absolutamente absurdo. Al menos, este modelo. Plantear que un chico en situación de calle puede sentirse cómodo en un espacio que no está planteado como lúdico es incomprensible.
El actual modelo centralista y homogéneo de nuestra educación es socialmente injusto. No podemos tratar iguales a los desiguales, puesto que eso sólo consolida la desigualdad. Necesitamos la independencia del centro educativo, para que cada centro pueda desarrollar modelos alternativos, vinculados con la realidad del medio. Eso nos permitirá desarrollar modelos educativos más justos y exitosos. ¿Qué alguno puede errar el camino y afectar la formación de los jóvenes? Es verdad. ¿Pero cuántos jóvenes estamos perdiendo en este momento, a ambos lados de la franja socioeconómica?
Lo más imperdonable en este momento debe ser el quietismo y la falta de ideas.No queremos ser parte de eso. En futuras entradas seguiremos analizando y proponiendo.