
¿Qué conmemoran en estas fechas? Ni más ni menos que la toma a través de las armas de una ciudad de trabajadores, administrada por civiles, con los únicos fines de demostrar su poder, homenajear a Ernesto "Che" Guevara, y robar los bancos de la ciudad. Julio Marenales, reconocido integrante del MLN (hoy grupo mayoritario y conductor del MPP), ilustra al respecto:
"Ante la nueva situación creada, el MLN, comenzó una escalada operativa que llega al copamiento de la ciudad de Pando. En esa operación se toma el cuartelillo de Bomberos, la central telefónica, dos bancos de los cuales se expropia el dinero y la Comisaría, en donde hay un enfrentamiento con heridos y un muerto por parte de la Policía. La operación, bien ejecutada en su primera parte, por errores cometidos en el repliegue deviene en un fracaso militar. "
"Ante la nueva situación creada, el MLN, comenzó una escalada operativa que llega al copamiento de la ciudad de Pando. En esa operación se toma el cuartelillo de Bomberos, la central telefónica, dos bancos de los cuales se expropia el dinero y la Comisaría, en donde hay un enfrentamiento con heridos y un muerto por parte de la Policía. La operación, bien ejecutada en su primera parte, por errores cometidos en el repliegue deviene en un fracaso militar. "
Sobre el libro "La Toma de Pando", de Rolando W. Sasso, la Editorial "Fin de Siglo" nos comenta:
"Todos ellos desandan los caminos de la memoria, con el propósito de situar al lector en ese día crucial, en el que un grupo de combatientes tomó el control de una ciudad muy cercana a Montevideo, con el propósito de homenajear al "Che" Guevara y demostrar que la organización estaba en condiciones de desplegar operaciones de gran envergadura."
"Todos ellos desandan los caminos de la memoria, con el propósito de situar al lector en ese día crucial, en el que un grupo de combatientes tomó el control de una ciudad muy cercana a Montevideo, con el propósito de homenajear al "Che" Guevara y demostrar que la organización estaba en condiciones de desplegar operaciones de gran envergadura."
Jorge Zabalza, otrora integrante del MLN y hoy vinculado a la Corriente de Izquierda; aclara:
"No era sólo el homenaje al Che Guevara, sino el transmitir esa idea de que era posible tomar una ciudad y después el transmitir la idea de que de la toma de Pando a la toma de Montevideo había una distancia que era la que había que recorrer, el camino era ése, era la toma de Pando y después llegará algún día que sería la toma de Montevideo."
Las citas sirven para ilustrar que los motivos manejados para tomar una ciudad de inocentes, y provocar un enfrentamiento armado con la policía que termina con la muerte de Carlos Burgueño, no fueron, no son, ni serán nunca defendibles. El capricho de un grupo armado -que elige en forma soberbia el camino de las armas durante el transcurso de un gobierno democrático- de tomar la ciudad de Pando para demostrar su poderío, sin importarle las consecuencias desatadas sobre la sociedad civil que la habita, sólo puede ser motivo de condena pública. Cuando aún se realizan festejos de aniversario de la toma, uno no puede más que pensar si el MLN y sus mediáticos integrantes realmente están integrados a una sociedad democrática, o sólo saborean las mieles de la victoria en las urnas, y, como esos chicos que se enojan cuando pierden un partido y se llevan la pelota, volverán a utilizar las armas si el resultado no es de su agrado.
El país ya hace más de veinte años que no logra despegar en la concreción de su futuro, porque importa mucho más el revanchismo por los hechos del pasado. Las acciones del MLN y de otros grupos armados fueron la excusa que necesitaron las fuerzas armadas, otrora vinculadas ideológicamente a una visión imperialista e irrespetuosa de los gobiernos norteamericanos de turno, para dar un golpe de estado. A pesar de los esfuerzos de algún profesor de historia, que abandona su profesionalidad en aras de un proyecto hegemónico frenteamplista, de hacernos creer que el MLN surgió en la lucha contra la dictadura, fue exactamente al revés: la insurgencia tupamara contra una sociedad democrática fue la excusa para que, durante doce años, nos quitaran la libertad.
Todas las sociedades que han crecido luego de un enfrentamiento, lo hicieron a partir del cierre de sus heridas, sin más vencidos ni vencedores que aquellos que se enfrentaron en las urnas. La sociedad del pasado no tiene inocentes. Todos fueron culpables, por acción, reacción u omisión. La asunción de dichas culpas es el primer paso para tener la grandeza de entender que la sociedad no puede seguir siendo rehén del enfrentamiento entre unos pocos. Por eso nos sentíamos representados por la decisión del presidente Vázquez de declarar virtualmente cerrados los enfrentamientos entre uruguayos, con su convocatoria al "Nunca Más".
El MLN tiene, como integrante del gobierno, la responsabilidad de colaborar con esa expresión, dejando de lado celebraciones que atentan contra la dignidad de una población -la pandense-, cuyo único pecado fue la de estar situada a sólo treinta kilómetros de Montevideo. Ya bastante daño le hace el centralismo montevideano a su crecimiento, como para convertirse, además, en una medalla en el cuello de algún trasnochado que todavía sueñe con su propia revolución personal. No parece fácil tomar decisiones de este tipo, cuando vemos a Mujica martirizándose con los balazos que lleva en su cuerpo. No le deseamos esto a nadie, pero seamos claros: tampoco recibió los balazos por repartir caramelos.
Nos espera a todos el desafío de luchar por otras cosas, que también son derechos humanos. Debemos luchar, sin más armas que la palabra y el esfuerzo, por la educación, la salud, la vivienda y las fuentes de empleo que nos permitan a todos los uruguayos construir el país que necesitamos, y que, quizás también, nos merecemos. Quien camina mirando su ombligo, no puede elegir el camino ni esquivar las dificultades.
Miremos hacia adelante, pues, y salgamos a caminar.