Culminó la 22ª. Feria Nacional de Ciencias, que se desarrolló en la Ciudad de Colonia del Sacramento.
En el hermosísimo marco de una de las mejores ciudades del país, con un clima espectacular que colaboró con el desarrollo de la Feria, ciento veinticinco Clubes de Ciencias, ganadores de las Ferias Departamentales, compitieron por lograr un lugar en las Ferias internacionales, pero también por dar a conocer el fruto de su trabajo en investigación y desarrollo.
Son una pequeña comunidad científica. Quizás muchos de ellos no vuelva a desarrollar un proyecto de esta índole, pero alcanza conque unos pocos se sientan atrapados por la investigación científica, para que valga la pena, sino lo valía ya el esfuerzo producido en convertir a la Zona Franca de Colonia en un pequeño hormiguero de estudiantes, y un paraíso para los orientadores, maestros y profesores de ciencias la gran mayoría de ellos.
Ya hemos escrito sobre la importancia de estas instancias en una entrada anterior. No vamos a reiterar conceptos, sino que vamos a extendernos en otro punto de vista.
Desde que el ómnibus que nos tocó en suerte pasó por Pando hasta el regreso, el clima no fue otro que de fiesta y sana diversión. Si algún joven tenía la visión de que los chicos que participan en estas instancias son una especie de ratones de laboratorio, se equivoca y se está perdiendo algo. Los chicos cantaron, jugaron, se divertieron, participaron, compitieron y cumplieron con las instancias formales. Todo con la frescura propia de los jóvenes, pero con la madurez como para tener claro cuales son las instancias de recreación y cuales no.
La ciudad y el clima ayudaron, es cierto. Pero también ayudaron los Gestores (excelente Adriana Manganelli, siempre atenta y cálida), los integrantes de la organización, los voluntarios. Juntos, en un clima sensacional desde todas las partes, convirtieron a la Feria en una fiesta.
Esta es la manera, o por lo menos una de las mejores, de aprender ciencias. Destacando la tarea a desarrollar, pero convirtiendo el aprendizaje en una acción lúdica y estimulante. Los chicos que participaron seguramente se acuerden por mucho tiempo de lo vivido, y quieran seguir trabajando en los Clubes, para volver el año que viene.
Esta es la manera, o por lo menos una de las mejores, de aprender ciencias. Destacando la tarea a desarrollar, pero convirtiendo el aprendizaje en una acción lúdica y estimulante. Los chicos que participaron seguramente se acuerden por mucho tiempo de lo vivido, y quieran seguir trabajando en los Clubes, para volver el año que viene.
Mi agradecimiento a Lidia Calvo y Analía Otte, las profesoras compañeras con las que trabajamos. Pero sobre todo el agradecimiento a Inara Peña, Sebastian Felix, Mathias Picerno, Fiorella Valentín, Daniela Navarro, Fiorella Cerutti, Karen Sosa, Álvaro Esteve, Jesús Pérez Ramos, Valeria Dimercurio, Yésica Higuimarán, Mathías Ottón, Cecilia Nicolás, Romina Fachola y Ariel Ghans, que conformaron la delegación del Liceo Nº 2 de Pando. Por su trabajo - 3os. y 2os. en sus respectivas categorías-, por sus afectos, por su alegría. Así da gusto trabajar. No salió el premio mayor, pero ellos construyeron el mejor premio que todos pudimos recibir.
La frase que da nombre a la entrada es un verso de "En la Feria del Maestro Andrés", canción scout que cantaron hasta el cansancio y que se convirtió casi en un himno de la delegación. Me pareció más representativa de lo que quisimos describir que un título más formal.
Empezaremos a trabajar para el año que viene.
Mientras tanto, sigamos disfrutando.
2 comentarios:
a y aguante suculento domino jeje
Que bueno todo esto,,es para recordar
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