sábado, 18 de septiembre de 2010

LO QUE HABÍA QUE HACER

Cuando en su momento se anunció que el análisis del resultado electoral de octubre y noviembre iba a ser discutido después de las municipales, entendimos. Y respetamos, ya que guardamos silencio a la espera de cerrar el proceso electoral.
El excelente resultado de mayo en todo el país -y el no tan bueno en Montevideo y Canelones- nos hizo pensar que los hechos hablaban por sí solos, y que no era necesario agregar nada.
Posteriormente, algunos dirigentes deslizaron algún comentario, pero empezó a tomar fuerza la idea de analizar, discutir, o como se le quiera llamar, ya no el pasado reciente del Partido Nacional, sino su presente y, sobre todo, su futuro.
Frente a esto, entendimos que el ámbito para realizar tan importante análisis no podía ser otro que la Convención Nacional. Porque siempre los temas profundos pasaron por la Convención, y porque si queremos ampliar la base de convocatoria, retomar espacios abandonados a la izquierda y seguir siendo el Partido de la Nación, debíamos mandar un mensaje contundente de que en el principal Partido democrático del país se utilizaban los órganos más representativos, más cercanos a la base, los de mayor representación, para discutir los temas de fondo.
Posteriormente nos enteramos, con desilusión, que el Directorio había resuelto realizar tan importante debate entre sus miembros, con el agregado de los que poseen cargos electivos de jerarquía. Esto es, el debate más importante del Partido Nacional en los próximos años se realizaba entre -aproximadamente- treinta personas.
Ayer fuimos convocados a reunir en el día de hoy a la Convención Nacional. Dejando de lado las suspicacias por tan tardía convocatoria, entendimos que era la oportunidad de reparar el error cometido.
Durante el desarrollo de la Convención logramos, con otros compañeros que compartían nuestra opinión, juntar las firmas de convencionales necesarias para realizar una nueva convocatoria en un lapso de treinta días a partir de su presentación, de acuerdo a lo expresado por la Carta Orgánica, para discutir cuál es el Partido Nacional que queremos hacia el futuro. La instancia final de esta gestión se dará en la reunión del Directorio del próximo lunes, cuando presentemos la nota y las firmas correspondientes.
Queremos dejar constancia que esta instancia está prevista para discutir hacia adelante, y no hacia atrás. Como expresamos en la Convención, errores debemos haber cometido todos, algunos por acción y otros por omisión. A tomar nota para no repetirlos, y punto. Nuestro Partido no tiene tiempo para macartismo ni para caza de brujas, ni son estos métodos los que se acostumbran emplear en el mismo.
La discusión pasa por otro lado, y lo que realmente importa es cómo podemos mejorar la relación del Partido Nacional con la sociedad, cómo ampliamos la base partidaria y como podemos, frente a un gobierno que prioriza los sueldos de los jerarcas -sus jerarcas- frente a los salarios de los trabajadores, convertirnos en sus genuinos interlocutores y -¿por qué no?- sus representantes, ya que los que se abogaban ese derecho en años anteriores hoy les están dando la espalda.
Cabe señalar que tanto el Presidente del Directorio como sus principales referentes han plantado en la jornada su voluntad de analizar TODOS los temas, incuso aquellos que podrían afectarlos. No esperábamos otra cosa de los dirigentes de nuestro Partido, que entienden su rol de representantes y, por lo tanto, están dispuestos a rendir cuentas. No era necesario, por lo planteado anteriormente, pero el gesto vale y mucho.
Ojalá hoy haya sido el primer día del nuevo Partido Nacional. Si es así, si los caminos a recorrer son los correctos y el Partido se convierte en un gobierno transformador y esperanzador en el 2014, sentiremos que pusimos nuestro granito de arena en el momento adecuado.
Y eso vale más que cualquier banca.