jueves, 23 de agosto de 2012

EDUCACIÓN, EDUCACIÓN, EDUCACIÓN (I)

Entre tanto desacierto que el gobierno nos ha entregado en los últimos tiempos (Mercosur, marihuana, PLUNA, atenuantes para los vendedores de pasta base, conflicto con Argentina, desconocimiento de la norma jurídica, etc.), cuesta enfocarse en un tema de fondo -de hecho, todos lo son-, pero por lo que representa en términos de futuro, ya que sus consecuencias nos afectan en los próximos veinte años, no podemos dejar pasar por alto lo que los dos últimos gobiernos han hecho -y deshecho- en el tema educación.
Respecto al tema, existen en el mundo diversos proyectos, planteos y políticas diferentes. Algunos son muy buenos, otros no tanto, y otros dejan mucho que desear, y estas variables también dependen de los objetivos. Lo único que no se puede hacer es desarticular un proyecto educativo, aunque fuera arcaico e ineficiente, sin tener alternativas. Y eso es lo que el gobierno transmite, que no tiene proyecto educativo alternativo, y se niega a intentar ejecutar ideas que no surjan de su propia fuerza.
Nuestro país sufre de estatismo, en las dos acepciones del término. Estatistas porque nos cerramos a cualquier alternativa que no venga de lo público, sin terminar de entender que existe un amplio abanico de formas de gestión pública y privada que no pasan ni por el socialismo perimido ni por el capitalismo salvaje, y eso también se detecta en la educación. Y estatistas por estáticos, ya que no nos damos cuenta que las políticas de educación deben ser dinámicas, ya que dinámica es la sociedad sobre la cual se aplican. Las muy buenas políticas educativas del siglo pasado hoy no tienen sentido, porque la sociedad cambió, las tecnologías cambiaron, y la naturaleza del conocimiento cambió.
Cuando nos incorporamos a la docencia, teníamos claro que no queríamos ser el profesor de la película "The Wall", e idealizábamos a John Keating, el profesor que construía Robin Williams en "La Sociedad de los Poetas Muertos". Hoy, hasta John Keating estaría perimido.
Cambió la constitución y los roles de la familia. No vamos a analizar ahora las diferentes constituciones, no es el tema. Pero todas incluyen lo mismo: padre(s) o madre(s) con muchas horas de trabajo y pocas horas con sus hijos, lo que trae aparejado que los alumnos que hoy ingresan a un centro educativo no tienen la misma estructura de valores que los de antaño. 
Muchas veces se le carga las tintas a los docentes, en algunos casos con razón, pero la primera causa del fracaso educativo tiene que ver con las condiciones de deterioro social, económico,   educacional y familiar que afectan al alumno. Utilizamos el término "educacional", que tal vez no sea correcto, para denominar a la educación intra hogares en valores.
Hemos dicho y escrito muchas veces que el modelo del liceo como herramienta de contención social es absolutamente absurdo. Al menos, este modelo. Plantear que un chico en situación de calle puede sentirse cómodo en un espacio que no está planteado como lúdico es incomprensible.
El actual modelo centralista y homogéneo de nuestra educación es socialmente injusto. No podemos tratar iguales a los desiguales, puesto que eso sólo consolida la desigualdad. Necesitamos la independencia del centro educativo, para que cada centro pueda desarrollar modelos alternativos, vinculados con la realidad del medio. Eso nos permitirá desarrollar modelos educativos más justos y exitosos. ¿Qué alguno puede errar el camino y afectar la formación de los jóvenes? Es verdad. ¿Pero cuántos jóvenes estamos perdiendo en este momento, a ambos lados de la franja socioeconómica?
Lo más imperdonable en este momento debe ser el quietismo y la falta de ideas.No queremos ser parte de eso. En futuras entradas seguiremos analizando y proponiendo.

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