miércoles, 7 de noviembre de 2007

¿VERDAD O CONSECUENCIA?


En el viejo juego de niños que da nombre a esta nota, se le realizaba a otros niños esta pregunta. Si elegía "verdad", tenía que contestar con la verdad la siguiente pregunta. Si elegía "consecuencia", debía cumplir con una prenda.
La noticia ha recorrido el mundo: enfrentamiento con golpes de puño en el Parlamento uruguayo. Conviene hacer un repaso de los hechos que llevaron a esta situación, y señalar como una vez más parte de la izquierda uruguaya prepotea irrespetuosamente, y luego miente para no asumir la culpa.
En la Cámara de Diputados se estaba discutiendo sobre lo publicado en el libro "Cero a la Izquierda", donde se entrevista al ex integrante del MLN, Jorge Zabalza. En ese libro, Zabalza cuenta que el MLN había preparado un grupo armado para resistir la extradición de los ciudadanos vascos, vinculados a la ETA, requeridos por el gobierno español, aún calculando que eso podía provocar un baño de sangre. Quienes recordamos ese día, tenemos presente que la manifestación era contra la legalidad, resistiendo al cumplimiento de acuerdos formales de extradición con el Reino de España. Y que ese día, apoyando la ilegal resistencia, se encontraba el actual Presidente, el Dr. Tabaré Vázquez.
El enfrentamiento entre los que querían impedir el cumplimiento de la ley por un lado, y la policía por el otro, trajo aparejada la muerte de Fernando Morroni, resistente a la extradición. La izquierda suele caer en estas situaciones: como en la toma de Pando, se busca la confrontación. Cuando hay una víctima, producto del enfrentamiento armado, se la martiriza, y no aceptan la responsabilidad por haber provocado los desmanes.
Las afirmaciones de Zabalza complican porque justifican la intervención policial en los hechos del Filtro. Estos temas a por lo menos una parte del MLN los complica mucho, ya que no han tenido la humildad de reconocer sus excesos. La confrontación con el pasado la evitan atacando a quienes los cuestionan. Como el relato surge de sus entrañas, Zabalza deja de ser compañero, y es acusado por el diputado Domínguez de mentiroso. ¿Qué es más creíble, que Zabalza, integrante en ese momento del MLN diga la verdad, o que mienta, haciéndole el juego a "la derecha" debido a una retorcida conjunción de intereses?
Sumado a la desautorización de Zabalza, se procedió a atacar al gobierno de la época, cuyo presidente era el Dr. Lacalle, padre del diputado involucrado. Ante tantas adjetivaciones negativas, el diputado Lacalle, al que aún le cuesta separar lo político de lo familiar, acusó al diputado Domínguez de mentir intencionalmente para eludir responsabilidades. Éste, quien ya en sus manifestaciones anteriores había demostrado mucha soberbia y poco arrepentimiento -esto no es subjetivo, se desprende de sus dichos-, intentó desautorizar por una cuestión de edad al diputado Lacalle, para luego, ante la arremetida de este último, proceder a insultarlo (-¡Guacho imberbe, oligarca puto, te voy a partir la cabeza!).
Mi banca está inmediatamente detrás de la del diputado Lacalle, y fui el primero que corrió a detenerlo, conjuntamente con el diputado Casaretto. El único adjetivo que Lacalle repetía era el de "mentiroso". No insultó groseramente en ningún momento a Domínguez, y no recuerdo exactamente que lo haya tratado de asesino. Los agravios partieron del diputado frenteamplista.
La historia debía haber terminado allí, con ambos contendientes contenidos por sus respectivos compañeros. Pero el diputado Arambillete tomó a Lacalle por el cuello, en momentos en que era controlado por el resto de los diputados blancos. No parece valiente atacar a alguien que no se puede defender, en un momento que la situación estaba controlada. Esto trajo aparejado nuevos forcejeos entre los involucrados.
Para terminar, cuando las aguas habían vuelto a su cauce nuevamente, el diputado Naya se acerca sigilosamente, y le aplica un golpe en el rostro de Lacalle, generando un nuevo intercambio.
Fuera de la Cámara no fui testigo presencial. Lacalle habría ido al baño a limpiarse, y fue esperado a la salida por los diputados que lo habían agredido anteriormente.
Al respecto, es preciso señalar que los insultos y los golpes comenzaron en la bancada frenteamplista. El diputado Ortuño señala en un medio de prensa que Lacalle insultó soezmente a Domínguez, y eso es falso. Como es falsa la imagen de víctima de Arambillete, ya que él agrede primero al tomar a Lacalle del cuello.
No apoyamos la actitud de Lacalle. Pero algunos diputados del gobierno han demostrado, en primer lugar, que no hay arrepentimiento por los errores del pasado. Y en segundo lugar, que la misma soberbia prepotente que ayer los indujo a arrogarse el derecho de iniciar una revuelta armada, vuelve a aparecer hoy invocando el derecho de insultar y golpear cobardemente. Obviamente, no son todos iguales. Pero en el día de ayer, los racionales estaban en uso de licencia, y sus suplentes no estuvieron a la altura del cargo que ocuparon.
Ayer, en el juego mencionado, la izquierda, para evitar la verdad, eligió el camino de las consecuencias, convirtiendo la prenda en hechos violentos.
Que seguimos esperando no vuelvan a repetirse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con el comentario del señor "Anónimo" y no tenga miedo de identificarse somos muchos los URUGUAYOS que piensan como usted y que creemos que lo que hoy revindican la lucha armada y se esconden detrás de un halo de "Equilibrio Social, repartición de ganancias" solamente buscan desestabilizar una sociedad donde el que trabaja,se esfuerza por progresar, es exprimido hasta el hartazgo por un sistema que con la excusa de dar al que no tiene busca beneficiar al que no "QUIERE" porque este país mis señores el que quiere puede, en base del trabajo y esfuerzo personal y sin necesidad de que el estado le tire limosnas para que siga haciendo lo que hizo siempre "NADA".-