domingo, 18 de mayo de 2008

PARA LLEGAR A FIN DE MES

PROYECTO DE LEY

Artículo 1º. Se autoriza al Poder Ejecutivo a eliminar el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) o cualquier otro impuesto vinculante a aquellos productos alimenticios y de limpieza integrantes de la Canasta Familiar Básica que sean pasibles de tributación. Dichos productos deberán respetar un nivel de calidad básica, que los defina como aptos para su consumo.
Artículo 2º. Se podrá exceptuar de esta situación aquellos productos que, existiendo productos similares aptos para el consumo, desarrollen en su producción un nivel de calidad diferencial. Dichos productos deberán estar envasados, y deberá constar en el envase la información acerca de sus características diferenciales.
A los efectos de definir cuáles son los productos que contempla el Artículo 1º, se especifican los siguientes productos:
Arroz
Harina
Azúcar
Fideos y pastas
Pan blanco común y galleta de campaña
Aceites comestibles
Grasa comestible
Cortes de carne de Delantero de Res (Paleta, Aguja)
Pescado
Huevos
Frutas y verduras de estación
Detergente
Hipoclorito de Sodio diluido
Jabón de Tocador
Artículo 3º. Los artículos alcanzados por este proyecto deberán estar claramente identificados en el listado de precios al consumidor. Conjuntamente con el precio de venta al público se deberá anexar la leyenda “Producto exento de impuestos”, a los efectos de que el consumidor pueda informarse adecuadamente.
Artículo 4º. El gobierno, a través de los organismos pertinentes, controlará la correspondiente disminución de los precios esperada a partir de la entrada en vigencia de esta ley, así como su difusión. Los infractores a dicha ley serán sancionados de acuerdo a las normas vigentes sobre defraudación tributaria.
PROF. RAÚL CASÁS
Representante por Canelones
Exposición de Motivos

La justicia tributaria debe ser un objetivo de cualquier gobierno democrático. La gran mayoría de los casos, en lo que se diferencian los diferentes gobiernos es en el camino para lograr este objetivo.

Algunas veces esta diferencia responde notoriamente a una diferencia de concepción, y otras simplemente a un error en la selección de los caminos. En cualquier caso, el pago de impuestos debe responder en forma directamente proporcional a las posibilidades económicas del ciudadano.

Los impuestos no son progresivos o regresivos en sí mismos, sino en la forma en que son aplicados. Aplicar un impuesto diferencial por nivel de ingresos puede ser una medida progresiva si las escalas impositivas consideran acertadamente el nivel de ingresos de los grupos ciudadanos, respetando y hasta estimulando la necesaria cobertura económica de las necesidades básicas. Por otra parte, un impuesto igualitario puede parecer injusto si grava a los beneficiarios de diferentes ingresos por igual, pero si grava una variable que se incrementa de acuerdo a los ingresos, como puede ser el consumo, el impuesto deja de ser regresivo si se aplica en la forma adecuada.

Nuestro país cuenta con un sistema impositivo mixto, donde se grava a través del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) la renta laboral, aumentando la tasa en las franjas de mayores ingresos, pero también se grava el consumo, a través del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Las declaraciones previas a la instalación del IRPF por parte de las autoridades del gobierno nacional, presentaron a la reforma impositiva como un mecanismo necesario para alcanzar la tan mentada justicia tributaria, especificando claramente que no se buscaba aumentar la recaudación por la vía de la modificación impositiva, sino que ésta debía lograrse por una mejora en los mecanismos de fiscalización. Al respecto se señaló que el aumento de la recaudación asociada a la aplicación del IRPF se vería compensada por la disminución de un punto en la tasa del IVA, pasando ésta del 23% al 22%, y por la eliminación de otros impuestos.

De acuerdo a la información aportada por el propio Ministerio de Economía en su página web, la recaudación por IVA no sólo no ha disminuido por la rebaja de ese punto, sino que en el promedio del año 2008 ha aumentado. Por otra parte, la recaudación del IRPF no ha actuado como mecanismo compensador de los impuestos derogados, sino que, notoriamente, lo ha hecho como motor del incremento de la recaudación. Si comparamos la recaudación impositiva correspondiente al mes previo a la aplicación del IRPF (junio 2007) con la del último mes informado (marzo 2008), vemos que la misma creció en alrededor de 1500 millones de pesos (aproximadamente 750 millones de dólares), de los cuales 972 millones de pesos (48,6 millones de dólares) fueron por recaudación del IRPF.
En términos porcentuales, la recaudación impositiva ha aumentado comparativamente, un 21%.

Por otra parte, ha sido notoria en estos días la preocupación de la población, de los agentes económicos y hasta de los integrantes del gobierno el aumento de los precios en los productos de consumo básico. El gobierno ha ensayado medidas para intentar contener este aumento de precios que golpea notoriamente a los sectores más carenciados, dada la mayor incidencia de los precios de los productos alimenticios en el presupuesto familiar de estos sectores. Algunas presiones a la cadena productiva y de comercialización, y la eliminación transitoria del IVA a algunos de esos productos se convirtieron en medidas más exitosas en lo publicitario que en lo económico, y no aportaron soluciones de fondo.

La evolución de los precios internacionales de los productos básicos (commodities), producto de un aumento de la demanda por parte de los mercados emergentes no parece plantear una disminución de los precios en el mercado interno, ni se debe impedir, como lo ha hecho algún país vecino, las tan necesarias exportaciones. Tampoco encontraremos la solución a este problema en la presión y/o extorsión a los productores de dichos productos básicos.

La medida diferencial, en función de lo analizado anteriormente, debe estar en la eliminación de la tasa impositiva correspondiente a todos aquellos productos que componen la canasta familiar básica que son afectados por la misma. Los números obtenidos en la recaudación impositiva indican que, si el gobierno es coherente con lo que declara, hay allí mucho paño para cortar. Y la eliminación del Impuesto al Valor Agregado de aquellos productos de la canasta familiar básica que tributen dicho impuesto, permitirá a todos los ciudadanos, pero fundamentalmente a los de más bajos recursos, alcanzar los valores nutricionales adecuados en su dieta como consecuencia de un aumento en el poder adquisitivo de sus ingresos.

PROF. RAÚL CASÁS
Representante por Canelones
(El orden de presentación de los cuatro proyectos en juego sobre el tema fue el siguiente: el primero fue de la lista 15, al día siguiente se presentaron el del Diputado José Carlos Cardoso y éste, y una semana más tarde se presentó el de la Senadora Lucía Topolansky)


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