sábado, 18 de agosto de 2007

ALGO HUELE MAL EN CANELONES

En la entrada anterior publicamos la postura del Partido Nacional acerca de la reforma del sistema de salud. En ella se cuestiona al gobierno al tratar de subordinar la gestión del sistema mutual, que en nuestro país funciona correctamente, a la órbita estatal, que notoriamente no presenta los mismos niveles de calidad y eficacia que la primera.
En Canelones, este gobierno, acompañado por el gobierno municipal, han dado muestras claras de su eficiencia, la misma que nos permite llenarnos de tranquilidad respecto a la seguramente exitosa e iluminada reforma sanitaria. Y si no, vean:
En el año 2005, a fines de mismo, los Ministerios de Salud Pública, Desarrollo Social y Transporte, conjuntamente con la Intendencia de Canelones, anunciaban un revolucionario sistema de gestión que permitiría la construcción de cinco policlínicas en Canelones (Barros Blancos, Aeroparque, El Pinar Norte, Toledo y Barrio Obelisco de Las Piedras) en sólo cinco meses. Se firmaron los acuerdos, se aprobaron los fondos, y comenzó la revolución. En abril del 2006 se iban a inaugurar con todas las luces, demostrando la corrupta ineficiencia de los gobiernos anteriores.
Sólo se comenzó la construcción de tres de ellas. Nunca se controlaron las obras, y se contrató personal sin cronograma de actividades. Resultado: al año aún no se habían terminado las construciones, las que encarecieron su mano de obra, las que vieron como se perdían materiales, las que elevaron los costos planificados a más del doble, las que generaron evasión por parte del Estado (haz lo que yo digo...), las que fueron utilizadas para fiestas personales con alcohol y mujeres, las que aún a la fecha no han podido inaugurarse, a casi dos años de su revolucionario lanzamiento. Eso sí, tenía razón la ministra Arismendi: en esta gestión íbamos a ver la eficacia de este gobierno.
¿Otro botón para muestra? En el Centro Auxiliar de Tala se decidió la construcción de un lavadero. Se llamó a licitación -hasta ahí todo bien-, a la cual se presentó una sola propuesta. Ahí comienzan las dudas, ya que para validar el llamado debían haberse presentado por lo menos tres propuestas. No obstante, se asignó la obra, ya que se conocía al proponente. Y por ineptitud o por amistad, alguien tuvo la feliz idea de pagar por adelantado. El ganador cobró el dinero, hizo un pozo lindero al centro de salud, y... ¡desapareció! Los usuarios del Centro Auxiliar de Tala no tienen lavadero en el mismo, pero los días de lluvia pueden disfrutar de una estupenda piscina, si el barro no les molesta. Esta es otra obra del gobierno progresista.
Yo atiendo a mi familia en una mutualista de Pando. Que tiene sus cosas para mejorar, sin dudas, pero funciona. Cuando pienso que con la reforma gestiones como las descritas son las que nos quedan por esperar, me preocupo. Con la salud no se juega. Y si esta reforma sigue adelante, y con tanta concentración de poder y de dinero en manos de unos pocos funcionarios que han demostrado por lo menos ineptitud nadie se lleva una "cometa" para la casa, soy capaz de reconocer que la ministra era más eficiente de lo que parece, aunque todos la recuerden, hasta ahora, por sus zapatos rojos y no por su gestión.
Lo cual parece ser un indicador de eficiencia.

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